miércoles, 29 de octubre de 2014

A mala juntura, buen pallón de soldadura

Quizá, si no estás metido en el maravilloso mundo del taller de joyería, no hayas oído la expresión "a mala juntura, buen pallón de soldadura"… pues no es ni más ni menos que la versión joyera del más famoso "a grandes males, grandes remedios", solo que en este caso, además es una recomendación para cuando tienes que soldar y queda un pequeño hueco, poro o fisura. Lo ideal es que las piezas ajusten lo mejor posible antes de soldar, pero no siempre podemos ajustar como nos gustaría, y en ese caso se puede remediar añadiendo más soldadura.

El pallón es un pequeño cuadrado de soldadura de oro o de plata, que se extrae de una chapa algo más grande llamada palleta. A su vez la palleta es una lámina de chapa obtenida después de haber fundido y estirado una aleación de oro o plata con uno o varios metales que bajan su punto de fusión, (hay muchísimas fórmulas, dependiendo de la dureza o el color que queramos obtener, etc.)

Pues bien, a la hora de soldar, es el pallón de soldadura, junto con un fundente, el que aplicamos a la pieza a soldar, dándole con el soplete el calor adecuado. Siempre debemos de aplicar la cantidad justa de soldadura que requiera cada pieza, puesto que si nos pasamos tendremos que repasar más (limando o lijando) y si no llegamos habremos de aplicar el refrán "a mala juntura, buen pallón de soldadura", o lo que es lo mismo "a grandes males, grandes remedios".

¡Hasta la próxima!


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